Tiña (Hongos en la Piel) y sus principales tipos


Introducción

La tiña (hongos en la piel) es una dermatofitosis, es decir, una infección superficial por hongos, de la piel, el cuero cabelludo y las uñas. Es una de las afecciones más comunes en atención primaria y en el área de dermatología.

Distribución geográfica

Los hongos crecen mejor en un ambiente cálido y húmedo, y por lo tanto, son más frecuentes en áreas tropicales o subtropicales. 


Transmisión

La infección ocurre por contacto con esporas del hongo y usualmente empieza en un pelo incipiente o en la parte más externa o callosa de la piel. Las esporas infecciosas del pelo o las escamas de la piel infectada pueden permanecer viables durante varios meses a años en el medio ambiente.

Los fómites (objetos que pueden transmitir la infección) como cepillos y máquinas de cortar el pelo, pueden jugar un papel importante en la transmisión de la enfermedad. 


Causas

La tiña es producida por un grupo de hongos llamados dermatofitos, los cuales forman parte de tres géneros: 


  • Epidermophyton: Afecta las ingles y la piel lampiña.
  • Microsporum: Infecta el pelo y la piel lampiña.
  • Trichophyton: Ataca al pelo, las uñas y la piel lampiña.


Estos hongos habitan en la queratina, que es una proteína rica en azufre y constituye la parte más fundamental de la epidermis (parte más externa de la piel), alimentándose de ella. Al ser superficiales, los hongos no afectan las membranas mucosas ni desarrollan lesiones profundas. Las lesiones que se originan, son secas y escamosas, a excepción de las tiñas inflamatorias. 


Síntomas

Las molestias más frecuentes se ubican a nivel del cuero cabelludo, en el cuerpo, a nivel de la región inguinal, en la barba, en los pies, en las manos, y a nivel de las uñas (onicomicosis). 


Tiña del cuero cabelludo (tinea capitis)

Afecta principalmente a niños entre 3 a 12 años de edad. Es poco frecuente en adultos. Aparece como placas circulares con aparente caída del cabello (seudoalopécica), las cuales pueden ser únicas o múltiples, con cabellos muy cortos y frágiles que en ocasiones se visualizan como puntitos negros. Se acompaña de intensa picazón y finas escamas. 


Tiña del cuerpo (tinea corporis)

Se localiza en la piel del tronco, de brazos, las piernas o en zonas lampiñas de la cara. Esta infección se transmite directamente por contacto con la piel de otra persona infectada o a través de ropas y utensilios, o diseminándose desde otras lesiones en la piel de la misma persona.

La tiña superficial que se conoce también como herpes circinado se presenta en forma de medallones circulares u ovales con escamas o vesículas y con el centro enrojecido y con escamas.

También puede presentarse lesiones en forma anular con borde enrojecido y en el centro con piel normal. La tiña profunda puede presentarse con inflamación de los folículos pilosos. Aparece en las piernas en las mujeres después de depilarse. 


Tiña inguinal (tinea cruris)

Se localiza en ingle, periné y región perianal, existiendo la posibilidad que se extienda a la zona proximal interna de los muslos. Los signos y síntomas aparecen como placas semicirculares bilaterales de coloración rojiza, con finas escamas y un borde enrojecido y vesicular. La tiña de la ingle se debe en la gran mayoría de las veces a una tiña de los pies de larga evolución, por lo que siempre el médico debe examinar los pies. 


Tiña de la barba (tinea barbae)

Es exclusiva de los varones y puede ser superficial, con pústulas e inflamación de los folículos formando placas con supuración, como en la tiña del cuero cabelludo. 


Tiña de los pies (tinea pedis)

Es la forma más común de infección por hongos. Es conocida como “pie de atleta”. Se localiza en los pliegues interdigitales y en las plantas de los pies. Se adquiere de manera muy fácil, especialmente en adultos jóvenes, deportistas, que utilizan calzado cerrado, y que a menudo andan descalzos en vestuarios públicos.

Es poco frecuente en la infancia y en la vejez. Se puede presentar en tres formas: crónica, crónica hiperqueratósica y forma vesiculoampollosa.

-Forma crónica. Se presenta con descamación de los pliegues interdigitales, y de manera muy frecuente con fisuras en el fondo del pliegue. El cuarto espacio interdigital se afecta con mayor intensidad y frecuencia. La evolución del cuadro se complica con infecciones bacterianas de forma muy frecuente.

-Forma crónica hiperqueratósica. Se caracterizan por un discreto enrojecimiento y engrosamiento de la piel, que afecta a la planta, los bordes laterales y los talones, y que en algunas ocasiones se extiende al dorso de los pies, adoptando la forma de un mocasín.

-Forma vesiculoampollosa. Generalmente, se produce en un solo pie, a nivel del arco plantar y en los pulpejos de los dedos, y se caracteriza por ser un brote de vesículas agrupadas sobre una base inflamatoria, y que muy a menudo se infectan con bacterias. 


Tiña de las manos

Es muy parecida a la tiña de los pies, pero localizada en los pliegues, palmas o dorso de las manos. Generalmente, se presenta en un solo lado, y casi siempre se produce por el contagio al rascarse las lesiones de una uña del pie. 


Tiña de las uñas (onicomicosis o tinea unguium)

La uña se torna gruesa, lo que se conoce como hiperqueratosis, adquiere un aspecto leñoso, parecida a uñas comidas por ratones, se vuelven de coloración amarilla o gris, pierde su brillantez, tornándose muy frágil, lo que puede hacer que se despegue del lecho ungueal, evento denominado onicolisis


Factores de Riesgo

Existen algunos factores de riesgo que pueden contribuir a la aparición de algún tipo de tiña, entre los cuales se encuentran: 


  • Enfermedades autoinmunes
  • La infancia
  • Diabetes
  • Ciertas enfermedades de la piel como la Ictiosis o la Queratodermia palmopalntar
  • Atopia, que es la tendencia de tipo hereditaria que una persona tiene para presentar reacciones alérgicas con una frecuencia anormalmente elevada.
  • Uso de corticoides
  • Baja temperatura corporal
  • Traumatismo en la piel
  • Clima tropical o subtropical
  • Sudoración excesiva
  • Exposición laboral a los hongos (veterinarios, cuidadores de animales). 
 

Diagnóstico

Una buena exploración clínica por parte del médico dermatólogo permite establecer el diagnóstico en la mayoría de los pacientes con hongos en la piel. Si el médico especialista lo estima necesario, se puede complementar el diagnóstico por medio de un estudio micológico directo para determinar el tipo de hongo presente en la piel, junto con el cultivo de las lesiones. 

Tratamiento

Las infecciones por hongos en la piel de carácter leve pueden ser tratadas con cremas (tratamiento tópico) que contengan antimicóticos como la alilamina o los Imidazólicos (ketoconazol, bifonazol, miconazol).

Los medicamentos por vía oral serán necesarios si el tratamiento tópico fracasa, o si existen áreas extensas de piel muy afectadas, o si por el contrario, hay infección de las uñas, o de los folículos pilosos. 

Medidas generales

Se debe procurar una buena limpieza y depilación de la zona afectada, además, de limar y cortar las uñas infectadas para facilitar la acción de los fármacos antifúngicos. En la tiña del cuero cabelludo, la barba o las zonas pilosas, puede ser aconsejable utilizar un champú con sulfato de selenio, o aplicar lociones a base de sulfato de zinc o cobre, o permanganato potásico, si la piel está muy inflamada. 

Pronóstico

En muy raras ocasiones, los hongos se propagan más allá de la piel, para provocar una enfermedad grave. No obstante, en personas con un sistema inmune debilitado por otras condiciones médicas como el VIH/SIDA, tratamientos con fármacos que deprimen el sistema inmune, o en tratamientos contra el cáncer, las infecciones por hongos pueden extenderse o volverse crónicas.

Generalmente, las tiñas de piel no dejan como secuela cicatrices una vez que el hongo ha desaparecido, y en ciertas ocasiones pueden no ser notadas y mejorar sin recibir tratamiento. Lo que sí hay que resaltar, es el hecho de que las tiñas que afectan al cuero cabelludo pueden dejar áreas de piel sin cabello (alopecia) de manera permanente. 

Medidas de Prevención

Algunas de las medidas de prevención más importantes comprenden:

  • Mantener una buena higiene de la piel y las uñas, manteniéndolas secas y limpias.
  • Cambiar la ropa interior y las medias todos los días, sobre todo en días calurosos.
  • Los pies deben secarse muy bien después de bañarse especialmente entre los dedos, en especial si se concurre a baños o piscinas públicas.
  • No se debe caminar descalzo en áreas públicas como gimnasios o piscinas. Es preferible utilizar sandalias o zapatos para nadar.
  • Es recomendable no sudar excesivamente, y cambiarse de ropa si una persona ha sudado.
  • Se debe revisar periódicamente a las mascotas para comprobar si tienen áreas donde han perdido el pelaje y en su caso, llevarlas al veterinario.
  • En el caso de que las mascotas sean las que provocaron la tiña en una persona, también deberá ponérselas en tratamiento para evitar que vuelvan a ser una fuente de infección.
  • No es conveniente compartir el calzado con otras personas.
  • Una persona con tiña no debe compartir sus toallas, sombreros ni la ropa. Si son niños pequeños los afectados, es recomendable limitar el contacto estrecho con otros niños hasta que se hayan curado.

Dr. William Bonifaz B.














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