Cáncer de Endometrio: Segundo tumor Ginecológico más común

 


Descripción general

El cáncer de endometrio es el segundo tumor maligno ginecológico más frecuente en todo el mundo. Tiene mayor incidencia de aparición durante la perimenopausia, que es el periodo de transición a la menopausia y que determina el final del periodo reproductivo de la mujer. Este cáncer se forma en el tejido que reviste al cuerpo del útero (endometrio o capa interna), siendo su tipo histológico más frecuente el adenocarcinoma.

Cabe destacar que el cáncer endometrial es hasta seis veces más común en los países industrializados en relación a los países en vías de desarrollo. Puede llegar a tener un 80% de supervivencia en etapas tempranas de su evolución, mientras que en las mujeres con enfermedad en etapas avanzadas, la supervivencia a largo plazo no supera el 50%.

Epidemiología

El cáncer de endometrio afecta en mayor medida a mujeres mayores de 50 años, por lo que se presenta más comúnmente durante la perimenopausia o después de ésta. No obstante, hasta un 25% de casos pueden producirse antes de la menopausia. La Sociedad Americana del Cáncer estima que para el 2020 se diagnosticarán 65.620 nuevos casos de cáncer de endometrio y que un estimado de 12600 mujeres fallecerán debido a este tumor.


Ventajosamente, 75% de mujeres en el momento del diagnóstico tienen un cáncer localizado en el útero (primera etapa). Para las mujeres en esta situación el pronóstico puede ser bueno con una supervivencia a los 5 años del 90%.

Causas

Hasta el momento no se conoce con certeza porqué se origina el cáncer de endometrio. Lo que sí se ha logrado identificar, son determinados factores de riesgo que pueden predisponer a una mujer a padecer de este cáncer. 

 

Entre estos factores de encuentran:

  • Hormonales. Ciertas situaciones que afecten los niveles de hormonas, como por ejemplo, tomar estrógeno después de la menopausia, utilizar terapias hormonales como el tamoxifeno, en pacientes con cáncer de mama; condiciones como el embarazo, algunos tumores de ovario, tener un mayor número de ciclos menstruales (primera menstruación a muy temprana edad y menopausia tardía), y el síndrome de ovarios poliquístico.
  • Edad. El riesgo de cáncer endometrial se incrementa a medida que las mujeres envejecen.
  • Trastornos genéticos. Mujeres que padecen enfermedades como el síndrome de Lynch o cáncer de colon hereditario no formador de pólipos, tienen más riesgo de desarrollar cáncer de endometrio y de colon. 
  • Obesidad. El cáncer endometrial tiene mayor incidencia en mujeres con sobrepeso u obesidad.
  • Herencia. Tener un familiar de primero grado (madre, hermana) que ha padecido de cáncer de endometrio aumenta el riesgo de sufrir este tipo de cáncer.
  • Mujeres nulíparas. Si una mujer nunca ha tenido un embarazo a término tiene mayor riesgo de sufrir un cáncer endometrial, en relación a mujeres que al menos han tenido un embarazo.
  • Antecedentes personales de cáncer. Haber padecido de cáncer de mama o de cáncer de ovario, aumenta el riesgo de cáncer de endometrio.
  • Hiperplasia de endometrio. Este trastorno es un crecimiento anormal del endometrio. Las células del endometrio que son normales, en algún momento pueden transformarse en células cancerígenas. Esto se presenta especialmente en la hiperplasia atípica (poco común), ya que en la hiperplasia simple o leve, el riesgo de padecer cáncer es mínimo.
  • Diabetes. Las mujeres diabéticas tienen mayor riesgo de cáncer de endometrio puesto que esta enfermedad altera el nivel de estrógenos.
  • Hipertensión arterial. Existe cierto riesgo de cáncer de endometrio en mujeres hipertensas, aunque aún no se ha establecido con certeza su posible asociación.
  • Dieta y actividad física. Una alimentación con alto contenido graso además de conducir a una mujer a volverse obesa que como ya hemos visto, es un factor de riesgo para el cáncer de endometrio, también puede afectar a la forma en que el organismo utiliza el estrógeno, lo que también eleva el riesgo de sufrir este tipo de cáncer. En cuanto a la actividad física, el practicar algún programa de ejercicios, disminuye el riesgo de sufrir cáncer de endometrio.
  • Radiación. Exponerse a la radiación como por ejemplo, para tratar algunos tipos de cáncer puede lesionar el ADN de las células, incrementando el riesgo de padecer de cáncer de endometrio.


Tipos de cáncer endometrial

El cáncer endometrial se clasifica de manera habitual en dos tipos.

-Los tumores tipo I (adenocarcinoma endometroide, grados 1 y 2) son mucho más comunes, responden a la acción de los estrógenos y en general se los detecta mayormente en mujeres jóvenes, que padecen obesidad o que están dentro de la perimenopausia.Son tumoraciones de bajo grado, es decir con menos probabilidad de diseminación (metástasis), con algunas mutaciones (cambios) genéticos y con un buen pronóstico de sobrevida.

-Los tumores tipo II suelen ser de alto grado (adenocarcinoma endometroide grado 3), con gran capacidad de diseminarse, muy agresivos y un pronóstico de sobrevida muy desfavorable. Poseen alrededor de un 10 a 30% de mutaciones en el gen p53. 

 

Estos dos tipos de tumores representan alrededor del 75 al 80% de los cánceres de endometrio.

Otros tipos de tumores son los carcinomas serosos papilares uterinos (10% de presentación), los carcinomas de células claras (< 5%) y los carcinosarcomas (< 5%). Estos cánceres a pesar de ser mucho menos frecuentes en su aparición, tienen la característica de ser muy agresivos y tener una mayor incidencia de enfermedad fuera del útero (metástasis) en el momento del diagnóstico.

Síntomas

Los signos y síntomas más comunes del cáncer de endometrio son el sangrado vaginal en mujeres posmenopáusicas y el sangrado que no corresponde al ciclo menstrual (metrorragia) en mujeres en etapa reproductiva. De hecho, cualquier sangrado en una mujer que ya ha pasado la menopausia, se debe investigar, ya que puede ser causado por un cáncer de útero (cuello uterino o endometrio). Además del sangrado vaginal, el cáncer de endometrio suele acompañarse de dolor pélvico.

Otros signos y síntomas acompañantes pueden ser una secreción vaginal purulenta, dolor o distensión del abdomen y el llamado síndrome constitucional (fatiga, pérdida del apetito y pérdida significativa del peso corporal).

Diagnóstico

El diagnóstico es principalmente a través del estudio de una muestra de tejido endometrial (biopsia). Como ayuda se puede utilizar la ecografía transvaginal y el Doppler color. Una vez que se ha practicado el estudio de la muestra de tejido endometrial y se ha confirmado la presencia del cáncer, se debe realizar un estudio de extensión por medio de tomografía computarizada o resonancia magnética para determinar hasta donde hay afectación por parte del tumor maligno inicial.

Cribado (búsqueda) de cáncer endometrial

Aunque actualmente es muy difícil practicar un cribado del cáncer endometrial, se podría implementar una selección de mujeres con riesgo en base a si éstas han sido sometidas a la utilización continua de hormonas (estrógenos) o han estado sometidas a un hiperestrogenismo crónico.

De esta forma, se puede investigar mediante una biopsia de endometrio especialmente a mujeres:

  • Con gran obesidad.
  • Mujeres que se han sometido a terapia hormonal con estrógenos sin la utilización conjunta de progestágenos, durante mucho tiempo.
  • Pacientes en tratamiento con tamoxifeno por cáncer de mama en un periodo mayor a dos años. 
  • Pacientes con cáncer de ovario.
  • Mujeres que padecen de endometriosis.
  • En mujeres que tienen síndrome premenstrual (retención de líquidos, dolor en las mamas, cambios en el caracter) o que tienen alteración en el sangrado menstrual.


Tratamiento

Algunas de las acciones para tratar el cáncer endometrial incluyen la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. La histerectomía (extirpación quirúrgica del útero) se la puede practicar en mujeres con cáncer en estadio I. La histerectomía radical incluye al útero, los ovarios, las trompas de Falopio y los troncos ganglionares circundantes.

La cirugía en combinación con la radioterapia es una opción de tratamiento en las pacientes que tienen una enfermedad incipiente, con diseminación del cáncer a los ganglios regionales o en etapa II o III y que tienen muchas posibilidades de reaparición del tumor.

Medidas de Prevención

Las mujeres que tienen factores de riesgo para cáncer endometrial se deben practicar controles más exhaustivos por parte de su médico de confianza, y esto incluye a las pacientes que han recibido tratamiento hormonal de estrógenos sin progesterona, y las mujeres que han tomado tamoxifeno por más de dos años.

Se debe resaltar además, que el cáncer de endometrio disminuye su riesgo de aparición en mujeres que mantienen un peso adecuado y que utilizan pastillas anticonceptivas durante más de un año.

Dr. William Bonifaz B.


Referencias

 

 

 

 

 

 

 

 

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